El cometa Neowise y la innovación tecnológica.
El cometa Neowise y la innovación tecnológica están estrechamente relacionados.
Existe todo un desarrollo de muy alto interés en la investigación de nuevos materiales así como de nuevas sustancias químicas que no están presentes en nuestro planeta.
Los cometas así como los asteroides son objetos cósmicos inalterados desde la creación del Sistema Solar hace 4.000 millones de años.
En estos objetos existen metales muy valiosos así como sustancias primigenias que se muestran esquivas debido a las enormes distancias a las que se encuentran.
De momento se ha realizado con escaso éxito algún acoplamiento mediante robots a la superficie de alguno de estos cuerpos. Es una tarea llena de mucha dificultad técnica a nivel de ingeniería y astronáutica.
En todos estos casos se realizaron dichas experimentaciones en objetos helados. En un cometa, sin embargo, esa tarea es prácticamente imposible debido a su propia actividad gaseosa cuando está cerca del Sol.
Los proyectos científicos desarrollados en este sentido han permitido un conocimiento creciente en la génesis de estos cuerpos así como una evolución cada vez mayor en la creación de nuevas herramientas, sistemas de medida, ingeniería y tecnología.
El cometa Neowise y su origen.
El cometa C/2020 F3 (NEOWISE) se descubrió el 27 de Marzo de 2020 con las ayuda del satélite de la NASA que lleva el mismo nombre.
Este jueves 23 julio estará más cercano a la Tierra a unos 103 millones de kilómetros de distancia que son unos 5 minutos con 50 segundos luz.
Quiere decir que la luz del cometa que vemos a simple vista tarda cerca de seis minutos en llegar hasta nosotros.
El Sol está a 150 millones de kilómetros y su luz solar que vemos tarda 8 minutos y 20 segundos en llegar a nosotros desde su superficie.
Otros planetas del sistema solar se encuentran mucho más alejados.
Júpiter por ejemplo se encuentra a unos 660 millones de kilómetros como término medio, según la oscilación de las órbitas de los dos planetas de referencia, en este caso siempre la Tierra, y equivale a 35 minutos luz.
Saturno está aún más lejos a 1 hora y 20 minutos. Y Plutón, que es uno de los cuerpos celestes más alejados está a varias horas luz de distancia.
Cuando se observan estas cifras acerca de las distancias astronómicas que separan unos objetos celestes de otros se es consciente de su enorme magnitud comparado con las dimensiones terrestres.
El cometa Neowise: génesis cometaria.
El movimiento de los cometas es «tremendamente impredecible».
El cometa «Neowise» se calcula que ya pasó hace 3.000 años. Pero cada vez que pasa cerca del Sol, debido al tirón gravitacional y al desgaste que sufre un objeto celeste tan pequeño, su órbita cambia.
De este modo no volverá dentro de otros tres mil años como lo hizo la última vez sino que volverá en unos 6.800 años.
La próxima vez que pase, si no se ha desintegrado aún mientras lo hace, su órbita variará de nuevo.
Podría ser más larga aún tardando por ejemplo cerca de 24.000 años en dar la siguiente vuelta, o bien podría salir disparado fuera del Sistema Solar si se acerca mucho al Sol. Es imposible de saber porque los datos orbitales y su morfología van cambiando.
Los cambios físicos en los cometas.
Los cometas permanecen helados cuando están lejos del Sol, más allá de las órbitas de Urano o Plutón, a temperaturas cercanas al cero absoluto, a unos 200 grados bajo cero.
Cuando los cometas se acercan al Sol se someten a mucha presión y temperatura así como a enormes fuerzas gravitacionales de cuerpos mucho mayores que él como pueden ser planetas, lunas y el mismo Sol que orbita.
Son objetos muy pequeños compuestos de materiales muy volátiles lo que unido a todo lo anterior ocasiona con frecuencia su rápida desintegración.
Su perihelio, máximo acercamiento al Sol, fue el 3 de Julio de 2020, a una distancia de sólo 50 millones de kilómetros, que son 0.29 UA (unidades astronómicas) del Sol.
Mercurio está a tan solo 68 millones de kilómetros del Sol de modo que este cometa ya se ha acercado aún más.
La «coma de Neowise», que es la cabeza del cometa, tiene ahora un diámetro de 500.000 kilómetros, más que la distancia que separa la Luna de la Tierra que son aproximadamente 380.000 km.
Esa cabeza se hincha cuando está cercana al sol y de desinfla al alejarse. Es debido a que su volumen lo componen una mezcla de gas, hielo, vapor, polvo y rocas que por el calor del Sol se desprenden del núcleo del cometa.
Cada vez que pasa cerca del Sol el cometa se desgasta porque literalmente hierve hasta que un día desaparece totalmente evaporado.
El cometa Neowise y la amenaza de otros cuerpos siderales.
La cola que se ve es todo un rastro de escombros formados por gas y polvo.
Cuando la órbita del planeta Tierra atraviesa estos espacios llenos de esos materiales es cuando se producen las conocidas como lluvias de estrellas.
Se trata de pequeños granos de material desprendido de los cometas y que por la fuerza de la gravedad son atraídos hacia la superficie terrestre.
Cuando esas partículas alcanzan altas velocidades en su aproximación, se funden en pocos segundos dejando una estela de luz incandescente.
Dicha luz puede ser de distinto color según la composición química del objeto.
Su núcleo rocoso del cometa Neowise se estima en un diámetro próximo a los 2 kilómetros lo que a escala astronómica es muy pequeño.
Sin embargo, si cayese sobre la superficie terrestre, acabaría con toda la vida del planeta por la enorme energía que desprendería en el impacto.
Objetos celestes caen todos los días sobre la superficie del planeta. Algunos han caído sobre viviendas e incluso vehículos en movimiento y también sobre carreteras y autopistas. Es un hecho poco común y de escasa probabilidad pero que sin embargo ocurre.
Amenaza sideral y aseguradoras.
Se trata de sucesos tan insólitos que las aseguradoras lo suelen incluir en sus pólizas.
En un seguro de vivienda por lo general están asegurados los daños producidos por fenómenos meteorológicos. Y también están cubiertos aquellos daños producidos por la caída de cuerpos siderales y aerolitos.
Dicha caída se define como el impacto de cuerpos procedentes del espacio exterior que penetran en la atmósfera terrestre y que son ajenos a cualquier actividad humana.
En este caso dichas pólizas no cubren, salvo que se especifique, el impacto producido por piezas o elementos desprendidos de aeronaves, naves espaciales y satélites, así como proyectiles balísticos, misiles o explosivos.
Estos últimos son cubiertos o no, según se estipule en la póliza, dependiendo si se está en estado de alarma, estado de sitio, guerra o conflicto bélico declarado.
El cometa Neowise y la innovación tecnológica: cuerpos siderales.
Merece la pena echar un vistazo a este cometa, los días que pasa cerca y eso visible a simple vista, porque ha sido uno de esos cuerpos astronómicos inesperados que ocurren muy pocas veces.
El último cometa que se pudo observar durante varias semanas fue el Hale-Bopp 1997. Este cometa ya se sabía que pasaría y sería muy visible porque se tenía constancia de su existencia al igual que muchos otros como el cometa Halley que pasó en 1986 y que volverá en el año 2061.
Existen muchos cuerpos celestes también visibles a diario, la mayoría mediante instrumentos ópticos avanzados.
Asteroides y planetoides.
Se trata de asteroides y planetoides que forman parte de cataclismos cósmicos producidos, la mayoría, durante la formación del Sistema Solar.
Existe una amplia red de telescopios y radiotelescopios dedicados a catalogar todos estos cuerpos.
En dicho catálogo se refleja con interés cuál es su órbita que se introduce en un fichero para calcular el nivel de riesgo sobre el planeta Tierra.
Como se comentaba al comienzo del artículo, estos objetos relativamente pequeños, tienen frecuentemente un comportamiento errático e impredecible.
Muchas veces unos chocan sobre otros variando por completo algunas de sus órbitas ya calculadas.
Este fenómeno que no es muy conocido obliga a una vigilancia continua y a destinar mayores partidas presupuestarias que prevengan y alerten de un posible problema con estos objetos celestes.
Hay cada vez más satélites orbitando la tierra con el único propósito de investigación científica en el estudio de estos objetos.
A su vez están conectados con dicho sistema de alerta que de momento queda sujeta a las diferentes agencias espaciales.
Por esa razón el cometa Neowise y la innovación tecnológica suponen un importante estímulo en el desarrollo y estudio de nuevos sistemas de protección sobre el planeta e innovación técnica global.