Las comunicaciones en estados de alarma

Las comunicaciones en estados de alarma.

La importancia de las comunicaciones en estados de alarma se hace manifiesto cuando dicha situación ocurre.

Las comunicaciones son la columna vertebral de nuestra sociedad.

Si establecemos una comparación entre un organismo vivo y la civilización actual, la comunicación corresponde con las carreteras, autopistas y autovías.

Siguiendo la misma analogía el sistema nervioso y cerebro serían las personas. Ambos sistemas de control están sujetos a una jerarquía que establece lo más prioritario y necesario según los problemas a los que se enfrenta.

Sistemas de comunicación: Las comunicaciones en «estados de alarma».

Estos sistemas de comunicación antes mencionados, en el plano físico tienen en el plano de dirección y control su correspondencia con las líneas físicas de teléfono y fibra óptica.

También son sistemas de comunicación basados en la tecnología aquellas emisoras de radio y televisión, la telefonía móvil y sistemas de emisión por radiofrecuencia.

Todos estos sistemas transcurren mediante canalizaciones subterráneas o en superficie a lo largo de las vías de comunicación antes referidas.

Los sistemas aéreos como antenas y repetidores satélite se sitúan siempre junto a estas vías de comunicación o bien en inmuebles que sí lo están.

De este modo, cuando ocurre alguna catástrofe de algún tipo estas vías de comunicación son la base para restablecer la situación a su punto de partida.

Las comunicaciones en estados de alarma cobra más sentido si cabe a medida que la gravedad de la situación así lo requiere.

Sistemas de control y vigilancia para atención de estados de emergencia.

Catástrofes.

En unos casos se producen catástrofes medioambientales y meteorológicas localizadas en puntos muy concretos.

Cuando esa situación se produce, se ponen en marcha mecanismos que permiten dirigir recursos físicos y humanos a esos territorios afectados.

El objetivo es restablecer la situación normal de aquellos espacios.

Se procura que se restablezcan las comunicaciones de aquel lugar, se mantengan los sistemas de salud, seguridad, energía y también sistemas productivos.

Cada región es un reflejo del conjunto global del que forma parte.

Cuando esta catástrofe o amenaza es de tipo químico o bacteriológico se ponen en marcha mecanismos parecidos a los de catástrofe natural.

Debido a la gravedad de la situación si así lo requiere, se establecerán unos controles mucho mayores para hacer frente a dicha amenaza.

Por una parte se procura blindar y proteger servicios esenciales para que el sistema pueda tener una continuidad.

Vivimos en un mundo global en donde los mercados se han diversificado de manera que todo está relacionado.

Los transportes y comunicaciones ya no sólo son locales y nacionales, ahora son globales.

De este modo todos los Estados están relacionados entre sí por acuerdos legislativos de movilidad, seguridad y comercio.

Eso quiere decir que lo que afecta a un sistema repercute en el conjunto.

Por esa razón si una parte es afectada por un riesgo de tipo bélico, el sistema reacciona y se ve afectado. También ocurre si se produce una amenaza pandémica.

Legislación estado de emergencia.

Si se produce por ejemplo una amenaza de pandemia global, la mayoría de países van decretando de manera escalonada diferentes estados de contención.

El objetivo de dichas medidas es hacer frente a esa amenaza tratando de evitar su difusión a la vez que se mantienen los sistemas comunicados.

Se trata de una tarea que no es para nada sencilla.

Distintos EPIs ( equipos de protección individual ) para protegerse de amenazas físicas, químicas y biológicas.

La declaración de estados de emergencia nacional así como la declaración de zona catastrófica, corresponde a la máxima autoridad legal.

Esta figura de máxima autoridad puede variar según los países y sus sistemas políticos.

Dado que tiene una base legal, dicha legislación establece patrones parecidos en los diferentes Estados.

Existen diferentes sistemas de gobierno en el mundo.

Por una parte están las Repúblicas. Aquí cabe distinguir sistemas de tipo Presidencialismo pleno, Presidencialismo con gobierno vinculado al Parlamento, Semi presidencialismo, Parlamentarismo, Unipartidismo.

Por otro lado están las Monarquías. Éstas pueden ser Monarquías constitucionales o parlamentarias, o bien Monarquías absolutas.

Y por último figuran las Dictaduras militares.

En cualquiera de estos sistemas de gobierno la política se ajusta para hacer frente común a las amenazas que ocurran.

Según la gravedad de la situación a la que los Estados se tienen que enfrentar, se pueden decretar diferentes situaciones.

El Estado de Alarma, Emergencia nacional o Estado de Sitio son decretados por la autoridad máxima en cada uno de estos países.

Dichos estados excepcionales tienen una base legislativa según los diferentes países y tiene todo un protocolo de actuación concreto para hacer frente a situaciones especiales.

Legislación del estado de emergencia en España. Las comunicaciones en «estados de alarma».

En España estas situaciones excepcionales se recogen en su legislación y hay concretamente tres situaciones especiales.

Tal y como se desprende del sitio web del Ministerio de Defensa, el Estado de emergencia, excepción y sitio tienen vigencia «cuando circunstancias extraordinarias hiciesen imposible el mantenimiento de la normalidad mediante los poderes ordinarios de las autoridades competentes» según establece la Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio de Estados de Alarma, Excepción y Sitio, que establece las competencias y limitaciones correspondientes aunque también son recogidos por la Constitución Española en su artículo 116.

Todo forma parte de un sistema global y conectado.

También se explica que «el estado de alarma será declarado por el Gobierno mediante decreto acordado por el Consejo de Ministros por un plazo máximo de quince días, dando cuenta al Congreso de los Diputados».

Y que «la decisión de declarar el estado de sitio la toma el Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, a propuesta exclusiva del Gobierno».

También especifica que «el estado de excepción será declarado mediante decreto acordado en Consejo de Ministros, previa autorización del Congreso de los Diputados».

Por último se destaca que «La Ley Orgánica 4/1981 no prevé intervenciones específicas de las Fuerzas Armadas en los estados de alarma y de excepción, lo que no quiere decir que tales circunstancias no incidan también en la Administración Militar«.

También que «en esas circunstancias el Gobierno, que dirige la política militar y de la defensa, asumirá todas las facultades extraordinarias previstas en la Constitución y en la Ley Orgánica de Estados de Alarma, de Excepción y de Sitio, y designará la autoridad militar que, bajo su dirección, haya de ejecutar las medidas que procedan».

Responsabilidad y continuidad.

Al final el destino de las personas está en gran medida en manos de esas mismas personas.

Cuanto mejor y de mayor calidad sea su comunicación, más posibilidades de éxito tendrán en su continuidad.

La humanidad depende desde su origen de la protección de todos sus miembros así como del cuidado de las personas cercanas.

También destacar que en situaciones difíciles y ante retos, la humanidad se enfrenta a ellos con su mejor intención.

Su propósito está basado en alcanzar el objetivo común de supervivencia y continuidad.

 

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