Nuevas metas y nuevos desafíos

Nuevas metas y nuevos desafíos. Renovación y cambio.

Nuevas metas y nuevos desafíos para la renovación y el cambio son los ingredientes necesarios para progresar.

Las empresas confían cada vez más en nuevos sistemas de organización y nuevas maneras de comunicación.

La manera de hacer negocios, relacionarnos y movernos evoluciona con el tiempo.

Cuando además intervienen tecnologías innovadoras que se adaptan a todos los sectores ocurre que ese cambio y evolución es mucho más rápido y de mayor alcance.

Nuevas metas y nuevos desafíos. Balances.

Cada vez que se cumple una nueva etapa de manera inevitable se realiza un balance.

Sabemos que se ha cambiado de etapa porque lo que nos rodea es muy diferente a momentos anteriores. Una etapa puede ser un período de tiempo muy corto de pocos meses. Pero también puede ser de un año o varios años.

Realizamos una recopilación de información, datos, y resultados que se ordenan para llegar a una conclusión acerca del rumbo que se estaba llevando.

Si dichos datos indican que estamos más cerca a la previsión que se había fijado al comienzo entonces el resultado se considerará bueno y por tanto el modo de alcanzar los objetivos acertados.

Al contrario, si la desviación ha sido notable en relación a las metas que se habían marcado será necesario evaluar todo de nuevo para averiguar por qué no se logró.

Análisis de variables.

En todos estos análisis es preciso analizar todas las variables que intervinieron en el logro de objetivos y también en su impedimento.

Para realizar un análisis objetivo lo más exacto posible deberemos aislar las variables internas de las externas. Tal vez hubo condiciones ajenas a nuestros métodos que por ejemplo obedecieron a necesidades imprevistas del mercado y que propiciaron el logro de los objetivos.

Podría ocurrir que esos buenos resultados fueran más resultado del azar y la suerte que de factores internos. Es muy importante analizarlos para poder establecer medidas de control que garanticen de nuevo esos buenos resultados.

Nuevas metas y nuevos desafíos
Todos los años se inician con ilusión nuevos proyectos.

Para eso es preciso saber a qué se debieron en realidad. Si esos datos no los conocemos podríamos perder aquella ventaja que ocurrió por suerte.

Y en el caso contrario también es muy importante saber a qué se debió el fracaso o deficiencia en el logro de los objetivos marcados.

Podría ocurrir que todo se hubiese planificado de manera metódica y exacta, que los equipos humanos seleccionados hubiesen desempeñado un trabajo muy bueno, pero que sin embargo debido a otros factores se hubiera fracasado.

Conocer esos datos es igual de importante que en el primer caso.

Sólo conociendo los hechos de qué es lo que ocurrió en realidad en el éxito y el fracaso, podremos anticiparnos y prever en otra ocasión un resultado más favorable.

Progresar en un entorno variable lleno de incertidumbre.

Nuevas metas y nuevos desafíos en un entorno variable y lleno de incertidumbre es lo que podemos encontrar cada día.

Todos los entornos son cambiantes, hay variables constantemente y además apenas hay certezas sobre nada. Se parte de datos históricos y conocidos.

Se entiende que lo que ha funcionado ayer funcionará hoy. Y en realidad es así, pero va poco a poco cambiando.

Debido a pequeños cambios producidos de manera constante ocurre en un momento dado, más cerca o lejos en el tiempo, que cambiamos de etapa. Esa nueva etapa se puede definir como meta.

Tal vez sea la meta que se había fijado o no, pero es una meta.

En ese momento se fija una nueva meta que está más adelante en el tiempo. Llegar hasta ella dependerá de todos aquellos cambios que realicemos o se produzcan y que permitirán la evolución de ese sistema hasta otro nuevo.

Nuevas metas y nuevos desafíos en la gestión de proyectos.

En la gestión de proyectos y desarrollo de tareas esta evaluación debe ser constante.

El proyecto puede ser de cualquier tipo. Se puede tratar de un proyecto de ventas, un programa comercial, un plan de expansión, un plan de ingeniería y obras, la construcción de un programa educativo, un producto financiero, o bien la edificación de un puente o un gran centro comercial.

El denominador común en todos estos proyectos suele ser “la venta”. Todos compramos y vendemos; se trata de un intercambio.

La manera en la que se articula dicho intercambio tiene varios componentes, mecanismos y procesos. Los mismos pueden ser materiales o humanos.

Se comercializan mercancías, bienes, productos y servicios de toda clase. Ante la gran variedad que existe se produce de manera inevitable la competitividad.

Nuevas metas y nuevos desafíos
Todos los años se inician con ilusión nuevos proyectos.

La competencia obliga a mejorar todos esos productos y servicios, a que sean más eficaces, más económicos en su producción, más duraderos y sobre todo que satisfaga de manera más completa al cliente.

El mercado actual es global. Las economías de todo el mundo convergen en un torbellino en donde la información más completa y predicción más acertada determinará el éxito de la empresa.

No en vano existen departamentos altamente especializados en capturar, interpretar y ordenar esta información necesaria para articular nuevos métodos de venta, acceder a nuevos mercados y elaborar nuevos productos.

Visión elevada.

Esta tarea está, sin embargo, al alcance de cualquier persona, pequeño grupo y empresa con una mínima organización. Se trata de fijar objetivos y realizar un análisis de variables mediante un método.

Consiste en marcar unos objetivos para lograr unas metas mediante un plan que propicie el resultado esperado.

Se precisa sobre todo de una visión elevada y global, un método y planificación acertado, perseverancia y constancia en la consecución de los objetivos marcados.

También es necesario un proceso de evaluación continuo que permita recalcular y corregir el rumbo de esta empresa.

Cada nuevo año que comienza parte de unas expectativas muy altas. Sin embargo, estas metas en la actualidad se corrigen de manera continua a lo largo de todo el año.

El éxito futuro y prosperidad dependen en una gran medida de la manera en que se afronten los nuevos retos de la empresa que acometamos. También depende de la preparación y formación, y en gran medida de la comunicación propia.

Un factor que siempre es determinante es la actitud, la inquietud propia, y las ganas y ambición en conseguir las metas fijadas.

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