Este verano se aprovechó para asfaltar arterias principales de la ciudad de Madrid. Es la fecha más propicia debido a que millones de personas se marchan de vacaciones y hay muchos vehículos que simplemente no están.
No sólo es el asfaltado lo único que se aprovecha para renovar. Hay otras obras de gran envergadura que son necesarias acometer en estas fechas de menos tráfico.
De este modo se hace más viable cortar ciertas calles por completo, reparar puentes y túneles.
Durante el resto del año esta clase de actuaciones se pueden realizar sólo por la noche lo cuál deja poco margen de maniobra para dicho cometido.
Entre el mes de agosto y octubre del año pasado 2017 tuvieron lugar las obras de reparación del puente de la avenida del Mediterráneo en la ciudad de Madrid.
Este proyecto se realizó en dos fases de manera que una parte del puente sufrió interrupciones temporales y la otra cortes permanentes. Así se dispuso que una parte del puente en un sentido fuera usado en sólo uno de los carriles de ida y otro de vuelta.
Esta reparación ha sido necesaria por los daños y el deterioro que mostraban los apoyos del puente y que ya habían sido detectados con anterioridad.
Para poder realizar dicha reparación se ha tenido que levantar una sección del puente que pesa 450 toneladas mediante una maquinaria especial.
En esa operación fue necesario cortar el tráfico de la calle 30 lo que duró el izado del conjunto y elevar los cuatro metros que hacían falta para separar la estructura de los puntos de apoyo del puente, lo que llevó toda una noche.
Estas tareas se realizaron a través del Ayuntamiento de Madrid coordinado por la Policía Municipal y la Dirección General de Tráfico.
La máquina belga que se empleó para esta operación usó el mismo sistema utilizado en otro tipo de reparación para obra civil en Canadá en lugares de topografía compleja con montañas y lagos de por medio.
Después de elevar el conjunto se dispuso un encofrado de 17 metros de longitud, 12 de anchura y 10 de altura según explicaron los técnicos.
Ese armazón fue armado con anterioridad y tras ser colocado bajo el conjunto elevado, fue apuntalado por dos vigas que sirvieron de apoyos provisionales del puente mientras duraron las reparaciones de las bases originales.
Cuando se terminaron de reparar los apoyos dañados se empleó el mismo sistema para hacer descender el puente a su posición natural.
A continuación se repitió el mismo proceso para la otra sección en que está dividido el puente en sentido norte.
Desde un punto de vista de ingeniería toda la operación ha sido posible mediante la gestión de proyectos en obra civil.
https://asfaltomadrid.com/gestion-de-proyectos-asfalto/
En la actualidad el puente se encuentra totalmente renovado permitiendo el paso de vehículos en ambos sentidos.