Sector textil y moda: su relación con la industria petroquímica.
Nos lo ponemos a diario tanto hombres como mujeres; los usamos en todas partes, para estar en casa, en el trabajo, para desplazarnos, e incluso para dormir. Se trata de las prendas de vestir.
La base material de estas prendas de ropa es curiosamente el petróleo.
El mismo petróleo del que se extraen los plásticos, el betún, el alquitrán y el asfalto sirve además para hacer los más delicados vestidos.
En la confección de las prendas de vestir se emplean fibras orgánicas naturales de origen vegetal como son el algodón y el lino y fibras de origen animal como la seda. Pero también se emplean variedades de plásticos tipo poliamida que es una fibra sintética. A menudo se mezcla con elastano que es otra variedad de plástico.
Otra sustancia que se emplea es el poliéster que también es una fibra sintética.
Estas sustancias inorgánicas tienen su origen en el petróleo que también tiene una procedencia orgánica solo que de hace millones de años pero que mediante procesos de presión y temperatura geológica se convirtió en un líquido mineral orgánico.
La industria petroquímica logra a través de refinerías y procesos especiales la síntesis de estas sustancias plásticas para su empleo en la creación de hilos finos en forma de fibra. Estos hilos se enrollan en grandes bobinas cuyo destino es la confección de prendas de vestir.
Así estas bobinas que hay en los telares de la industria textil permiten la creación de diferentes prendas que van desde un sofisticado vestido para fiesta hasta unos sencillos calcetines para los pies.
Son amplísimas las posibilidades que ofrece el sector textil en este sentido proporcionando al consumidor prendas de toda clase como son pantalones, jerseys, camisetas y vestidos para mujeres, hombres, niñas y niños así como para bebés.
El sector textil es amplísimo y conforma una industria que desde el comienzo ha sido cada vez más floreciente.
En su origen industrial este sector partió de producir prendas con un simple fin utilitario como ropa para trabajar en distintos oficios. Después también se comenzó con la producción de otra clase de prendas para otro tipo de ocasiones.
Desde muy antiguo las prendas de vestir tuvieron diferencias según su uso social, la clase social y el nivel adquisitivo. Por una parte había un tipo de ropa que se usaba a diario en las tareas y trabajos que se realizaban de tipo doméstico y cotidiano.
Además de este tipo de prendas de vestir se usaban otras para ocasiones especiales, momentos festivos, de celebración o actos solemnes como presentaciones en sociedad, uniones matrimoniales, bautizos o funerales.
Al comienzo estos usos diversificados estaban sólo presentes en las clases sociales altas y con un gran poder económico. Más adelante en la era industrial sin embargo este tipo de prendas se abarató en costes estando al alcance económico de muchísimas más personas.
En la etapa industrial algunas de las primeras empresas que más avanzaron en sus desarrollos fueron precisamente las que tenían que ver con la creación de bobinas y también las de telares.
En ellas se podían realizar toda clase de trabajos relacionados con el textil desde la confección de sábanas, prendas de vestir y hasta velas para barco.
Muchas de estas compañías se dedicaban con anterioridad al tratamiento de cueros y pieles.
Los nuevos usos que se lograron con estas fibras e hilos permitió la creación de numerosos talleres, telares y estudios de moda que no pararon de crecer desde entonces.
Este sector supone a nivel mundial uno de los más importantes y cuenta ahora con millones de empleos, miles de tiendas y millones de prendas repartidas en distintas colecciones y tipos, diferentes estilos y clases repartidas por todo el planeta.
Dichos empleos recorren todas las áreas desde las más técnicas e industriales hasta las de logística y venta online pasando por el clásico canal de retail donde se produce la venta al detalle.
También están aquí incluidos otros oficios especializados como son los de diseño el de modista y modisto, corte y confección.
En los últimos años apareció una figura nueva que tiene que ver con captar las tendencias del mercado, los gustos de los consumidores y de este modo tratar de prever con éxito las nuevas colecciones.
El petróleo de alguna manera se ha transformado en tendencia cuando toma cuerpo mediante el vestido a través de la moda.