Los garajes y aparcamientos son espacios en donde situar vehículos para que estén correctamente estacionados en espacios vigilados.
Estos aparcamientos están en superficie cuando se trata de espacios limítrofes al entorno urbano o en poblaciones donde el precio del suelo no es demasiado elevado.
Cuando se trata de grandes ciudades dichos garajes están casi en su totalidad en espacios subterráneos. El motivo no es otro que una mayor optimización del suelo urbano así como una mayor rentabilidad del mismo.
Es por esa razón por la que los garajes y aparcamientos urbanos se sitúan en varias plantas del subsuelo. Estas plantas pueden estar bajo un edificio de viviendas o de oficinas y también pueden estar bajo un gran centro comercial. Algunas veces además de estas plantas subterráneas se dispone de espacios en el exterior y en superficie para el aparcamiento de vehículos.
Las rampas de aparcamiento son elementos esenciales en estos espacios subterráneos para conectar la superficie con las plantas. También sirven para comunicar las plantas subterráneas entre sí.
Cuando se configuran sus dimensiones se tienen en cuenta varios factores para realizar el cálculo de los espacios. Por una parte es muy importante saber cuál es la altura existente entre las plantas. Según este dato las rampas deberán tener una u otra longitud que permitan una pendiente proporcionada.
Las dimensiones de anchura son también de bastante importancia. Si se dispone de bastante espacio en la planta superficial las curvas podrán ser de una mayor anchura y así permitirán una mejor maniobrabilidad en la conducción de vehículos por el interior.
Estas rampas de aparcamiento se construyen atendiendo a esos factores indicados. En su fase de construcción se fragua su cementado mediante forja y moldes tras lo cual se procede a su asfaltado.
Este proceso de asfaltado se realiza junto al del resto de plantas. Mediante fases escalonadas se planifica su realización. Por una parte, está como se indicaba la creación de toda la estructura, después su limpieza para a continuación comenzar con los trabajos de asfaltado. Después se prensa dicha superficie para que el asfalto quede totalmente compactado.
En una última fase se realiza la pintura de las paredes del garaje. También se procede a la delimitación de plazas y vías de circulación por el mimo. Dentro de este espacio se incorporan otros elementos como luces, elementos de seguridad, barreras de control de acceso y cámaras entre otros.
En caso de renovación de su pavimento se ejecutaría de la misma manera sólo que ya se trabajaría con una estructura construida. En este caso sólo es necesario asfaltar de nuevo para renovar su superficie y realizar su pintura.