Balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento

Balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento

Balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento son un elemento cotidiano en garajes y parking de cualquier ciudad.

Cuando se entra en un espacio de parking puede resultar muy difícil saber qué plazas están libres y cuáles no.

Hace muchos años el sistema de búsqueda de aparcamiento cuando se entraba en un garaje consistía en buscar de manera visual una plaza disponible.

Esta tarea podía llevarnos mucho o poco tiempo por suerte o por azar.

Era prácticamente imposible averiguar cuántas plazas había disponibles en cada planta. Y dentro de cada planta también era imposible saber dónde se encontraban las mismas.

Hoy día es muy sencillo localizar plazas de aparcamiento disponibles mediante la implantación de tecnología de balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento.

Funcionamiento de balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento.

Como se indicaba antes, hace muchos años la tecnología disponible era muy limitada en la gestión de plazas de aparcamiento.

El primer salto que se dio fue la de establecer el número real de espacios de parking libres en tiempo real.

De este modo se podía saber cuál era el número total de plazas disponibles en ese momento. Sin embargo ese número no indicaba en dónde se encontraban dichas plazas.

Balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento
Balizas de color verde indicando plazas de aparcamiento disponibles.

Así la segunda innovación que llegó fue mediante las balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento en altura.

Elementos de baliza.

Estas balizas constaban de dos elementos principales.

Por una parte el primer elemento que se colocó fue un indicador en la parte superior para medir si había algún objeto ocupando cada uno de los espacios de parking.

Este mecanismo consistió en lograr que un sensor de presencia, mediante un rango determinado, indicase si había algún objeto en aquel espacio o no. Ese objeto se entendía que era un vehículo turismo.

Los rangos que se podían indicar para la medición del objeto mediante este sensor eran muy amplios.

Por una parte se podía indicar hasta qué altura máxima y mínima se podía realizar la medición desde donde se encontraba el sensor.

También se podía indicar un rango de medición de superficie.

Todo esto quiere decir que si debajo del sensor se sitúa una motocicleta y estaba fuera de los rangos que se habían especificado, aquella plaza se calcularía como disponible.

Lo mismo sucedía si se trataba de un coche eléctrico pequeño tipo ciclomotor.

El segundo componente de este tipo de balizas fue el indicador luminoso. Dicho indicador, mediante dos bombillas, una verde y otra roja, podía indicar si aquella plaza de garaje estaba libre o por el contrario ocupada.

Sensor de presencia en aparcamiento para indicar plaza ocupada o disponible.

Últimamente se han integrado en la misma bombilla de indicación, dos lámparas tipo led para ahorrar espacio y consumo eléctrico.

El tercer componente fue todo el sistema informático de gestión de todos estos datos mediante un sistema de software y hardware que conectara toda la instalación.

Balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento en parking exterior.

Sin embargo faltaba todavía algo más para que estos sistemas pudiesen adaptarse a cualquier clase de garaje.

De este modo lo más revolucionario fue idear balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento en garajes exteriores.

Existen numerosos espacios de aparcamiento al aire libre.

Estos espacios son garajes y aparcamientos que se sitúan en centros comerciales y áreas de negocios. También hay con frecuencia azoteas urbanas que se emplean como espacios de parking.

Cualquier calle situada en áreas urbanas son un espacio de aparcamiento muy valorado.

La dificultad en estos espacios fue hallar un modo para colocar de manera aérea dichos dispositivos que ya funcionaban en los aparcamientos de interior.

En estos casos lo que se les ocurrió a los ingenieros fue colocar un medidor de presencia en el suelo.

Dicho medidor permite indicar a una central receptora que aquellas plaza de aparcamiento estaba ocupada o disponible.

Este emisor de presencia se sitúa en el pavimento de dos maneras.

Tecnología y técnica en la colocación de balizas.

Por un lado cuando el aparcamiento ya está asfaltado será necesario incrustarlo en el mismo. Se puede hacer rebajando mediante un taladro circular un perímetro similar al del sensor.

También se puede atornillar sobre el asfalto ya que el emisor es aplanado y tiene una cubierta de plástico muy duro.

Dicha cubierta permite un funcionamiento normal a pesar que un vehículo apoye sus neumáticos sobre su superficie.

El sensor también se puede colocar mientras se realizan los trabajos de asfaltado aplicando cualquier de las dos modalidades antes mencionadas.

Una vez colocado este sensor se pueden ajustar los bordes, mediante un trabajo manual, para que quede formando parte integral de la plaza de parking.

Estos sensores pueden ir unidos a un cable que recorre las plazas de aparcamiento a través de un tubo conductor que llegue hasta la baliza de indicación.

Balizas indicadoras de disponibilidad de aparcamiento
Baliza de color verde indicando plazas de aparcamiento disponibles en una calle.

En estos casos los cables deben ir bajo el asfalto del aparcamiento de un modo similar al explicado para la baliza.

Otra posibilidad es dotar a estos sensores de una señal inalámbrica para comunicarse con la baliza de indicación.

A su vez dicha baliza se comunica con un sistema general que indica al comienzo de cada sector cuál es el número total de plazas disponibles.

Cada poste o baliza se sitúa al comienzo de cada fila para indicar cuántas plazas hay disponibles.

Dicha señal será de color verde y además indicará con una flecha el sentido donde se encuentran.

De esta manera los visitantes pueden saber el número de plazas disponibles en un sector.

Y por otra parte, una vez situados allí, pueden saber cuántas plazas libres hay en cada calle y fila.

Esta tecnología tiene de este modo varias ventajas. Ahorra tiempo a los usuarios para que aparquen los vehículos. Cuando llegan a un centro comercial o a un centro de convenciones, el usuario está más pendiente de llegar a tiempo y optimizar su estancia.

Estas balizas permiten localizar plazas libres rápidamente mejorando la experiencia de usuario.

 

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