Las carreteras y autopistas discurren por todo tipo de topografía.
En unos casos se trata de extensas regiones con largas llanuras sin apenas accidentes geográficos. En otros sin embargo puede tratarse de justo lo contrario, es decir, de enormes extensiones con montañas y valles.
También hay todo un sistema mixto con geografía que incluye un poco de las dos anteriores.
Las carreteras cuyo trazado atraviesa regiones montañosas, cañones y áreas de costa suelen ir asociadas a muchas curvas y un enorme desnivel.
Por una parte las curvas se deben en primer lugar a la necesidad de aprovechar las mismas laderas sobre las que se asientan.
En segundo lugar dichas laderas tienen una pendiente elevada y por tanto la mejor manera de salvar dicho desnivel es mediante numerosas curvas que poco a poco se elevan o descienden a lo largo de dicho espacio.
Es muy frecuente observar este tipo de trazados sobre todo cuando se atraviesa una región montañosa. Aquí además se hace necesario incorporar túneles y puentes que permitan un trazado mas longitudinal.
En las zonas de costa donde hay acantilados o simplemente montañas ocurre lo mismo.
Sin embargo son las carreteras y vías de comunicación que atraviesan parques naturales aquellas que presentan una mayor complejidad.
Los parques naturales son espacios protegidos de alto valor.
Además de la flora y la fauna también el paisaje singular y su geología son valores que están protegidos.
Por esa razón es necesario realizar un estudio de impacto medio ambiental que minimice al máximo la alteración de dicho espacio.
De este modo las vías de comunicación que lo atraviesan no pueden incluir por lo general ni túneles ni puentes salvo casos en donde sea imprescindible.
La idea de atravesar un parque natural mediante carreteras sigue el planteamiento en donde apenas se note el paso del hombre por aquella región.
Así en la mayoría de los casos estas carreteras discurren por los valles muy próximos a los ríos de manera que se aprovecha la topografía natural para conectar las diferentes poblaciones del lugar.
Estas medidas obligan a realizar largos rodeos y muchísimas curvas hasta comunicar los distintos puntos.
Las carreteras que se trazan para atravesar tanto parques naturales como áreas de topografía muy compleja, deben emplear toda clase de ingeniería para permitir una circulación segura, lo más cómoda posible y además respetuosa con el medio ambiente.
Además de tratarse de viales funcionales para la comunicación éstos incluyen áreas dentro del parque para detener el vehículo y poder admirar la belleza de estos parajes.
Se trata de miradores en donde la carretera se ensancha para que los vehículos puedan aparcar y permitir así a los viajeros detenerse en estas áreas de descanso.
Existen ciertas normativas que son específicas de los parques naturales anteriormente descritos. Pero por lo general toda la legislación medio ambiental sobre la que se asientan dichos parques es similar a la que rige el resto de espacios.
En todos estos supuestos se trata de construir caminos más cortos, con el menor coste, que sean totalmente seguros y que además supongan el menor impacto sobre el medio.