Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad.

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad por varias cuestiones. Las carreteras secundarias son vías de comunicación asfaltadas que tienen unas dimensiones más reducidas que otras como autovías y autopistas.

Sin embargo se trata de una de las redes de comunicación más amplias que existen conectando la mayoría de poblaciones de todo el territorio.

En España hay cerca de ciento cincuenta mil (150.000) kilómetros de este tipo de vías frente a un total de casi ciento setenta mil (170.000).

Prevención de accidentes.

Según los datos de la Dirección general de tráfico (DGT) dos tercios de los accidentes ocurridos son en carreteras secundarias.

Esos son los datos. Los hechos, después de analizar las circunstancias de cada uno de estos accidentes ocurridos, se deben a varios factores de riesgo.

Adelantar en doble vía.

Adelantar en estas carreteras es muy arriesgado porque sólo es posible hacerlo en algunos de sus tramos. La visibilidad es peor y la necesidad de calcular bien esa operación de adelantamiento puede comprometer al conductor.

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad
Firme de carretera convencional deteriorado por desgaste.

Esto puede conducir a que al adelantar, bien por descuido o fallo mecánico, se invada el carril contrario de uno de los vehículos. Si justo en ese momento circula otro coche en sentido opuesto se producirá una colisión de manera inevitable.

Un adelantamiento mal calculado o un descuido al volante como atender el teléfono, mirar el paisaje o incluso dormirse, terminan en tragedia en este tipo de carreteras.

Barreras de protección.

Otro riesgo consiste en la salida de la vía de cualquiera de los vehículos que circulan. Por lo general sólo suele haber alguna barrera de protección cuando se cruza algún puente sobre otra vía, ferrocarril o cauce.

En las autovías y autopistas existen barreras de protección en todo su recorrido.

Un riesgo añadido a estas carreteras convencionales es la existencia de numerosos túneles de dimensiones muy reducidas y escasa visibilidad. Cuando se atraviesan comarcas con una geología accidentada se recurre necesariamente a la construcción de puentes y túneles que permitan la circulación.

Incorporación al mismo nivel.

En las carreteras comarcales existen además numerosas incorporaciones e intersecciones situadas al mismo nivel en la mayoría de los casos. Este hecho aumenta el riesgo de que se produzca algún fallo por la incorporación de alguno de los vehículos justo cuando vienen otros ya circulando.

Bien por incorporarse demasiado pronto o con visibilidad reducida, por no aminorar y detenerse antes de cruzar, es frecuente que se produzcan colisiones.

Pasos a nivel.

Otro factor a tener en cuenta es la gran cantidad de pasos a nivel de ferrocarril que existen por toda la red. Cuando se acerca un tren de viajeros o mercancías, se pone en marcha un dispositivo de alerta.

En primer lugar se encienden los semáforos en ambos sentidos y unas señales acústicas para advertir a los conductores que se detengan.

A continuación se produce la bajada de unas barreras que cortan el paso de la carretera para impedir la circulación de vehículos.

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad
Carretera convencional con desgaste pronunciado en su superficie.

Sin embargo existe todavía muchos pasos a nivel que no están automatizados y se deben cruzar con precaución mirando para ver si viene algún tren.

En estos casos es probable que más tarde o más temprano se produzca algún fallo humano e incluso alguno mecánico en la señalización de aquellos que están automatizados.

Pavimentación.

Las carreteras convencionales en toda la red necesitan una mejora constante en su pavimentación. Se trata de carreteras con bastantes años de servicio y que en muchos casos apenas se reparan.

Esto ocurre por lo general en carreteras que unen poblaciones casi despobladas o con una circulación de vehículos anual muy reducida.

De este modo cuando los planes estatales, comarcales y locales para renovar esta pavimentación se retrasan de manera indefinida en el tiempo a veces ocurren movilizaciones ciudadanas locales para denunciar aquellos hechos.

Algunas de esas carreteras presentan tal cantidad de baches, socavones, y desprendimiento del pavimento que circular por las mismas es muy arriesgado. Estas carreteras lo que sí suelen conservar intacta es la señalización original y que se ha quedado algo obsoleta.

Las señales de indicación de velocidad máxima de noventa kilómetros por hora (90 km/h) dejaron de tener sentido hace bastantes años en algunos de sus tramos ya que se hace imposible circular a más de cuarenta kilómetros por hora (40 km/h) por lo deteriorado que está el pavimento.

Trazados.

Las carreteras secundarias tienen un trazado antiguo. Además de las dimensiones reducidas de estas carreteras se añade a su dificultad la gran cantidad de curvas de escasa visibilidad que tienen en muchos de sus tramos.

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad: soluciones.

La creación de carreteras desde la primeras pistas de tierra hasta las primeras que comenzaron a asfaltarse no se ha detenido en ningún momento.

Cada año se incrementa el número de kilómetros construidos por todo el territorio tanto nacional como extranjero.

Al mismo tiempo que aumenta el número de vehículos también lo hace el número de kilómetros de asfalto. Para cubrir la demanda necesaria se llevan a cabo diferentes planes para financiar estos proyectos que resultan bastante costosos.

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad
Firme de carretera convencional deteriorado por desgaste.

Tanto las autovías como las autopistas pueden tener una jurisdicción municipal, autonómica o estatal.

Existen unos planes de reacondicionamiento viario que son de alcance nacional y otros que se llevan a cabo según los presupuestos comunitarios. La financiación en la creación tanto de nuevas carreteras como la mejora de las que ya existen pueden tener diferente origen.

En cada época y período se han creado autopistas, autovías y carreteras comarcales de distinta generación.

Cada generación ha mejorado respecto a las anteriores tanto por el empleo de mejores tecnologías como por criterios más avanzados a medio y largo plazo.

Desde un punto de vista de ingeniería el proyecto de creación, modificación y mejora de una carretera considera criterios distintos según el presente y futuro para el que se diseña.

Las soluciones para mejorar la seguridad en carreteras secundarias parte por poner remedio a los aspectos antes mencionados como riesgo.

De esta manera para mejorar la red de carreteras secundarias, en lo posible, se trata de minimizar esos riesgos.

Rectificación de trazados y mejoras.

Por una parte se elaboran proyectos muy meticulosos y avanzados que permitan la modificación y mejora de los trazados antiguos de estas carreteras.

Convertir estas carreteras locales en autopistas es poco realista sin embargo si se pueden incorporar algunos elementos de las mismas. Se pueden aumentar las dimensiones de los arcenes y también se pueden colocar barreras de protección.

Asfalto de última generación.

Una mejora sustancial consiste en la pavimentación de la carreta con asfalto de última generación. Además de ser un pavimento de alta adherencia permite, junto con las mejoras en el trazado, un drenaje efectivo en caso de lluvia.

Otras mejoras parten por señalizar con pintura especial tanto el trazado central como de los arcenes así como la incorporación de nuevas señales de tráfico luminosas e iluminación artificial en algunos puntos necesarios.

También se pueden incorporar bandas sonoras en los arcenes que alerten al conductor en caso de que se aleje del carril.

Creación de túneles y puentes.

Mejorar las carreteras secundarias aumenta la seguridad con la modificación de la carretera original permitiendo la incorporación de vehículos a distinto nivel. Esto se puede conseguir mediante la construcción de puentes sobre la carretera o túneles bajo ella, para conectar dos carreteras.

Carretera convencional con numerosos desperfectos en su superficie por desgaste.

En los casos en los que no sea viable se pueden construir incorporaciones horizontales más anchas que posibiliten el cruce de una de las vías y no de las dos a la vez. Sólo con ese diseño ya se puede reducir en un cincuenta por ciento la siniestralidad.

Pasos a nivel y circunvalación.

Los pasos a nivel de ferrocarril se pueden automatizar en un cien por cien para así evitar accidentes.

Otra solución y mejora consiste en circunvalar poblaciones para evitar su paso obligado por las mismas reduciendo así el riesgo de accidente con peatones.

Mantenimiento periódico.

Uno de los mantenimientos periódicos que se practica sobre estas carreteras es el desbrozado de arcenes y laterales adyacentes.

Por una parte se impide que crezcan arboles y arbustos que podrían resultar peligrosos en caso de colisión en el futuro. Tener todo ese espacio despejado permite además disminuir el riesgo de incendio y ver a tiempo si algún animal invade la calzada.

Planes futuros e implantación de mejoras.

Todas estas soluciones planteadas se tratan de acelerar e implantar lo antes posible.

Sin embargo para ello es necesario plantear dichas mejoras dentro de planes que permitan el uso de los recursos disponibles según un orden de prioridad.

Esa prioridad se estudia de manera continua.

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