Uno de los aspectos que más ha evolucionado desde el punto de vista tecnológico en aparcamientos es la innovación en sus sistemas de gestión.
Hay muchos campos en los que se ha podido innovar bastante. Uno de los más destacados es aquel que se ocupa de la gestión de la ocupación de plazas.
Hace varios años, cuando un usuario decidía utilizar un garaje en el centro de una ciudad, muchas veces entraba a ciegas, sin saber seguro si habría una plaza libre. Se hacía un poco «a ojo», muy al comienzo, cuando algún operario se ocupaba de ver por encima si había sitios libres. Pero esto era muy al principio, casi cuando la barrera se tenía que subir a mano, hace ya muchísimos años.
Desde este punto se avanzó y la primera innovación consistió en automatizar la gestión de los vehículos entrantes y salientes. De esta manera un lector automático de paso situado en la entrada y otro situado en la salida calculaba, mediante un ordenador, la diferencia de vehículos en el interior del aparcamiento el cuál contaba con un número limitado de plazas.
Si todo estaba ocupado, la señal exterior permanecía en rojo. Si quedaban plazas libres, el mecanismo de la entrada dejaba entrar el número de vehículos equivalentes a las nuevas plazas libres. De este modo, en el exterior, un panel indicaba con un texto, «libre» o «completo», su disponibilidad.
Aquellas personas que esperaban en la cola a que alguien saliera, en realidad no sabían cuándo ocurriría eso. Cuando la luz se ponía en verde, tampoco sabían dónde se encontraba aquella plaza disponible, de manera que se convertía todo en una carrera por tratar de llegar a alguna planta de dicho parking donde pudiera estar aquel hueco. Esto podría durar varios largos minutos en los que el usuario estaba pagando, no por estacionar sino por buscar un estacionamiento.
Afortunadamente este sistema mejoró y se dio un nuevo paso. En estos aparcamientos de alta ocupación se decidió invertir en un novedoso sistema de detección de vehículos pero esta vez por plaza unitaria de aparcamiento.
Así, se colocaron sensores de movimiento sobre cada plaza de garaje unidos por una barra que recorría el techo. Además, estos pequeños sensores disponían de iluminación led en color rojo y verde. De ese modo, si un objeto se encontraba debajo, en este caso un vehículo, el sensor detectaba al objeto, y de su iluminación verde pasaba a rojo para indicar que aquella plaza ya estaba ocupada.
Al mismo tiempo enviaba una señal al control central de datos para indicar que había disponible una plaza menos dentro del conjunto y que se restaba automáticamente, para dar o no paso a más vehículos al interior.
Este tipo de sofisticación fue aumentando hasta que prácticamente se ha incorporado en la totalidad de los aparcamientos de alta ocupación actuales. Primero se puso en funcionamiento en los parking urbanos de ciudades medianas para a continuación hacerlo en las más grandes. En segundo lugar fueron incorporados estos sistemas de gestión a los aparcamientos de centros comerciales y por último a los de puertos y aeropuertos.
En la actualidad, ya antes de dirigirnos a estacionar el vehículo, bien en un aparcamiento de un gran aeropuerto o un centro comercial grande, podemos elegir, desde lejos, mediante paneles luminosos, a cuál nos queremos dirigir.
En estos complejos es frecuente encontrar divisiones en varios aparcamientos distribuidos por módulos. Cada módulo es independiente y está situado más o menos próximo a una terminal concreta. Si es de pago, cuanto más próximo se encuentre a los accesos, mayor será la tarifa. Se trata también de divisiones y distribuciones propias de la empresa de gestión y aprovechamiento comercial, en donde se establecen diferentes calificativos para aplicar diferentes tarifas y que se denominan «zona business», «zona clase A», «zona turismo», y «larga estancia».
En el caso de los centros comerciales, aunque suelen ser gratuitos (https://asfaltomadrid.com/blog/aparcar-gratis-en-centros-comerciales/), se elige uno u otro módulo para estacionar según su proximidad a aquello que necesitamos. Unos aparcamientos están más cerca de zonas de compras, o bien de áreas recreativas y de espectáculos, y otros son más próximos a zonas de restauración.
Como se señalaba antes, el usuario antes de llegar ya puede saber mediante esos paneles informativos el número de plazas libres y ocupadas sobre el total de cada una de estas áreas.
Una vez que entra a uno de esos módulos, el sistema es tan eficaz que es capaz de indicar el número de plazas libres por plantas dentro de éstas e incluso por pasillos. Por lo general los más alejados a los accesos están libres pero a medida que nos acercamos hacia esos accesos el número de plazas libres es muchísimo menor.
También depende del día de la semana y hora que escojamos. En este sentido ya es decisión del usuario la de valorar su tiempo e invertirlo en llegar más cerca o bien dejarlo un poco más retirado, ya más parecido a un juego de azar que otra cosa.
Lo que garantiza el sistema en sí es la libertad de elección del usuario para ir hacia un lugar u otro según la información en tiempo real disponible. De esta manera estos sistemas innovadores persiguen la eficacia y la optimización del tiempo del usuario.
Esta clase de innovaciones unidas a otros factores como la seguridad, la iluminación y el óptimo asfaltado de estos garajes y aparcamientos (https://asfaltomadrid.com/blog/asfalto-color-suelo-alegre/) son aspectos interesantes que revalorizan su inversión ofreciendo nuevos estímulos tanto al inversor como al usuario que ve en estas innovaciones un mayor valor añadido (https://asfaltomadrid.com/blog/asfaltar-es-una-manera-de-inversion/).