La niebla en la carretera supone un riesgo elevado en la conducción por la falta de visibilidad.
Este fenómeno meteorológico consiste es una masa de agua suspendida en el aire en forma de vapor. Eso quiere decir que se trata en realidad de una nube que flota en el aire pero que al mismo tiempo está pegada al suelo.
La niebla se produce cuando la humedad de un terreno es muy alta. Por una parte, hay energía suficiente como para condensar esa masa de agua sobre un suelo.
Por otro lado, dicha evaporación de agua suspendida que sujeta al suelo flotando debido a que la temperatura es muy baja y no tiene una energía suficiente para poder elevase.
Esta nube toca el suelo y a la vez puede ser de un grosor en altura de varias decenas de metros. En unos casos se pueden observar trazos muy finos cuando no hay una humedad suficiente o bien no se dieron del todo las condiciones adecuadas.
Esta masa de agua se calienta y puede ascender en altura o simplemente disiparse al finalizar la noche, al día siguiente, cuando por la acción del sol. En algunos días muy fríos es posible que esta niebla quede sujeta al suelo durante varias jornadas e incluso semanas según ciertas regiones localizadas.
Hay varios nombres para definir este fenómeno como niebla, neblina o bruma.
En las condiciones físicas y químicas en que se produce lo normal es que veamos este fenómeno en el otoño y el invierno. En lugares próximos a los polos es posible que se produzca niebla en regiones concretas en cualquier estación del año.
Suele ocurrir en lugares de gran altitud o muy cercanas a los círculos polares y también se produce en el mar.
La niebla en la carretera. Riesgos y consideraciones.
La niebla siembre ha estado relacionada con un cierto estado de emoción romántica, recogimiento y nostalgia sobre todo a un nivel literario. Sin embargo, la niebla también se la ha relacionado en la mayoría de las ocasiones con amenazas y peligros de todo tipo.
Es un fenómeno que impide ver y saber dónde se está igual que si se caminase sin luz en la noche.
En la actualidad la niebla supone sobre todo una amenaza para la seguridad en carretera, el transporte aéreo y el ferroviario.
La niebla produce una falta de visibilidad importante y supone un riesgo en la circulación de vehículos por carretera. También lo es en la ciudad donde una espesa niebla puede impedir la visión de conductores y peatones.
Existen muchos tipos de niebla según las condiciones meteorológicas en que se produzcan. Su densidad también es muy variable pudiendo ser en muchos casos de peligrosidad extrema.
Cuando esta niebla es además de una gran humedad supone un riesgo doble porque lo empapa todo haciendo del suelo un pavimento mojado igual que si hubiese llovido.
También hay otros factores que la hacen especialmente peligrosa. Se trata de los bancos de niebla que se distribuyen por valles y vaguadas de manera que un conductor puede encontrarse con ellos rápidamente pasando de una buena visibilidad a una total falta de la misma.
La niebla en la carretera. Luces antiniebla y normativa.
Si ya es difícil la circulación de vehículos durante el día, durante la noche se agrava esta situación. Unido a la total ausencia de luz se une una falta de visión en donde las luces del vehículo ayudan muy poco.
Para estas situaciones los vehículos disponen de un sistema de luces anti niebla que permiten ser vistos algo mejor.
Se trata de pilotos traseros de luz muy intensa y que ganan en varios metros su posición visible respecto al resto de conductores.
Las luces antiniebla delanteras son importantes en la medida que permiten ser vistos por otros conductores.
Estas luces delanteras sitúan nuestra posición en la vía de manera que podemos ser vistos por otros conductores que comparten los mismos carriles en la autopista. De este modo tanto conductores situados delante y detrás advierten nuestra presencia.
Dichas luces delanteras son críticas en nuestra visión sobre el pavimento que tenemos delante. Permiten una visión al conductor sobre la carretera en varios metros más que con las luces normales.
Las luces antiniebla traseras son también de una gran utilidad en la mejora de la prevención de accidentes. Permiten ver a otro vehículo que circula delante con más antelación que si solo llevase los pilotos normales.
Este tipo luz de color rojo intenso, previene colisiones de vehículos por alcance. En general este tipo de accidentes se produce por un exceso de velocidad en condiciones de visión muy bajas.
Prevención de deslumbramientos.
Cuando la densidad de la niebla es muy alta, esas pequeñas gotas de agua suspendidas en el aire, funcionan como un espejo que refleja la luz de los faros hacia el conductor.
Toda esa luz que se proyecta sobre la masa de niebla puede producir un deslumbramiento puntual sobre conductores que circulan en sentido contrario.
Este problema del deslumbramiento ha sido objeto de debate y análisis entre especialistas en el tema. Debido a que se puede producir sobre todo de noche, se entiende que la velocidad de circulación debe ser muy baja.
En estas condiciones nocturnas con alta densidad de niebla, lo normal es circular a una velocidad que permita la visión, en este caso, muy baja. El conductor, por muy buena visión que tenga y disponga de faros homologados antiniebla, no podrá tener una visión superior a los 15 o 20 metros.
Esto obliga a circular a una velocidad que permita el frenado si apareciese algún obstáculo delantero sin luz. Así esa velocidad no deberá exceder los 50km/h en el mejor de los casos.
Si el obstáculo dispone de iluminación, es posible que sea vista a una distancia superior de unos 40 o 50 metros como mucho.
Para evitar deslumbramientos por parte de los dos vehículos, lo correcto será reducir la velocidad al pasar cerca.
La niebla en la carretera. Combinación de factores en los accidentes.
En épocas que propician la niebla se deben extremar las precauciones en la circulación para prevenir accidentes de carretera.
Por un lado, se deben aumentar los márgenes de seguridad reduciendo la velocidad del vehículo. Así el conductor tendrá un mayor margen para reaccionar ante imprevistos.
Otro modo de aumentar este margen es revisar el correcto funcionamiento de todos los sistemas de iluminación del vehículo.
El buen estado de los neumáticos es un factor muy importante cuando hay niebla. Unos neumáticos óptimos en su presión y dibujo permiten una frenada más eficaz en caso necesario. También aumenta nuestras opciones de frenado en caso de suelo mojado por esta niebla.
Por último, es muy útil y necesario disponer en el vehículo de sistemas anti vaho que permitan una visión nítida de la carretera tanto en lunas delanteras y traseras, así como ventanillas.
Todos estos factores darán a los ocupantes del vehículo más seguridad en la realización de viajes.
Segun las charlas realizadas en los Tool Box Meeting para conductores de cisternas de combustibles de la empresa SHELL, se nos ha insistido en que la luz alta, es inconveniente emplearla desde el punto de vista que al ser las partículas de niebla (gotas de agua) espejos microscópicos, se reflejarían a los ojos del propio conductor y no tanto al que se desplaza de frente. Que opinión tienen al respecto?
En este blog se pueden resolver dudas sobre pavimentos asfálticos que es en lo que está especializado.
No obstante, algunos de sus artículos, como los relacionados con la circulación vial, se basan en fuentes de organismos oficiales de la Unión Europea que es el ámbito de actuación de la empresa.
Tal vez sea más acertado proponer su consulta bien, a dichos organismos, o en foros especializados en el tema que usted propone.
De todos modos, muchas gracias por sus comentarios.